Biografía

Rafael Contreras Canalizo, nacido en el seno de familia ilustre, dedicada a la cultura y al estudio, vio la luz primera en San Miguel Chapultepec, D.F. Sus padres fueron el actor jalisciense Eduardo Contreras Barragán y doña Dolores Canalizo Estévez descendiente de Valentín Canalizo (1794-1850) presidente de México en 1843 época en la que el país requería gente de recia alcurnia y mexicanidad.

Su gusto por la naturaleza se desarrolla desde muy pequeño cuando la familia vivió frente al Bosque de Chapultepec, creando un área de esplendentes verdes. Otra de sus pasiones surge al descubrir, nadando, que podía ver bajo el agua iniciándose entonces su gusto por lo transparente y lo diáfano.   

Pintar: con esta palabra puede resumirse la biografía de Contreras Canalizo, artista autodidacta cuyo contacto con la naturaleza ha resultado la mejor escuela en la cual este creador se dedica cotidianamente, sin interrupción y sin reglas o cánones impuestos, a la observación de la luz y a sensibilizar valores, experiencia de la cual deriva la original estructura de sus formas, armonía rimada en su pintura con la atmósfera y la luz - México - que hacen el arte de nuestro país único en su genero. 

Desde sus primeras obras, la practica continua de observación y deleite, le confirió a su pintura un color rico, recio y formas vigorosas, es decir una calidad fuertemente expresionista más no exenta de finura impresionista. Descubre rincones y detalles nunca antes percibidos, excitando con ellos las emociones del espectador y su gusto por lo original y diferente.

Nada puede encontrarse en esta forma de pintar que indique prejuicios técnicos, ni se inspira jamás este artista en teorías predeterminadas. Colorista por excelencia, Contreras Canalizo resulta trasmisor fiel de las vibraciones de luz y reproductor admirable de la calidad específica de las cosas.

Como ya hemos visto, Contreras Canalizo trabaja sus propias técnicas para lograr el más alto grado de intensidad en sus imágenes. Desintegra su pincelada en una serie de pequeñas líneas de color que contrastan y potencian mutuamente su  fuerza luminosa.

Se trata de una obra que es expresión genuina del propio modo de ser del artista igual que fruto espontáneo de su temperamento ardiente y de su inteligencia aguda y luminosa. El pintor se refleja en el agua, en los bosques y en los árboles, para plasmar no solo una obra de valor y sinceridad admirable sino un arte del campo por el campo y del agua por el agua que pide rescatar valores ambientales y el equilibrio del planeta tierra.

Su interés en el paisaje y su amor por la ecología conduce a este pintor a penetrar en el estudio de los tesoros de la naturaleza, no solo con un fin puramente estético, sino con el objeto de provocar conciencia de conservar intacta la biodiversidad desde el punto de vista de la ecología.

BERTA TARACENA
Historiadora y Critica de Arte
Miembro de La Asociación Internacional de Criticos  de Arte
(Association Internationale des Critiques D’Arts)